Menú de Campamento, ¡hay vida después de los tallarines!

Tallarines, tallarines y más tallarines. Qué sería de nuestra vida sin este producto básico para todo viajer@. Sin embargo, y a pesar que continuamos amando los tallarines y todo tipo de pastas, existe un mundo de posibilidades fuera de ellos, que aunque parezca difícil de creer, es a veces incluso más rápido, económico y nutritivo. Es por eso que queremos compartir aquí algunos de nuestros favoritos para que puedas salir de los tallarines y crear tu propio menú de campamento.

¿Qué comer en tus próximos campamentos?

Sabemos que el menú de campamento es un tema algo complicado, y que la mayoría de las veces el sabor es lo que menos importancia tiene. Así las prioridades a la hora de elegir los productos que nos alimentarán durante los días de viaje son, principalmente; peso, vencimiento, rapidez y suculencia. Si bien hoy en día existen una serie de productos (además de las pastas) que poseen estas características, la mayoría son alimentos procesados (sopas en polvo, pastas 3 minutos, arroces pre-cocidos, etc.) que no tienen un gran aporte alimenticio y muy por el contrario, me atrevería a decir que incluso empeoran nuestro rendimiento ya que contienen altísimos niveles de sodio y azúcar.

Por otro lado, y si se tiene un poco más de presupuesto, es posible encontrar en las tiendas más especializadas de montaña y trekking, la comida “liofilizada”, que consiste en un pequeñas bolsas selladas al vacío con una dosis específica de un cierto plato ya preparado que ha sido deshidratado previamente mediante un proceso químico llamado “sublimación”. Sólo hace falta hidratar con calor y tu comida comienza a aparecer como por arte de magia (o más bien, de ciencia). Si bien esta es una buena opción para largos trekkings, sobre todo de alta montaña, los precios de cada plato exceden el presupuesto habitual del mochilero, excediendo los $10.000 pesos ($17 USD) cada uno en la mayoría de los casos.

Es por eso que te invitamos a llenarte de ideas e inspiración sobre las otras opciones que tiene la comida de camping, y poder ajustar a tu presupuesto y estómago, una nueva forma de comer para tus futuras caminatas:

Verduras deshidratadas:

Las puedes comprar en cualquier mercado o feria. Son una excelente opción para agregar un poco de vitamina y sabor a tu menú. No pesan absolutamente nada y para comerlas sólo tienes que hidratarlas con un poco agua caliente, esperar que ésta se consuma y agregar un poco de aceite y sal.

También existe la posibilidad de hacerlo tú mismo; sólo tienes que cortar las verduras en rodajas o bastones, ojalá lo más fino posible, y cocinarlas en el horno a baja temperatura (nunca más de 60 grados y mantener la puerta semi abierta para que circule el aire) durante al rededor de dos horas o hasta que estén completamente secas. Es recomendable utilizar verduras que no tengan mucha agua (p. Ej. champiñones y hongos en general, zanahoria, pimentón, berenjena) ya que entre más líquido tengan, más tiempo tardarán en deshidratarse.

Frutos secos:

La mejor opción a las barritas de cereales o energéticas. Básicamente, éstas son lo mismo que un buen puñado de frutos secos pero con una dosis agregada enorme de azúcar y conservantes que tu cuerpo no necesita. Con un poco de nueces, almendras y maní tendrás todo lo que necesitas para tu ración de marcha y tu cuerpo lo agradecerá.

Semillas:

De zapallo (o calabaza), girasol, linaza, chia, etc. Existen miles de tipos de semillas que puedes ingerir y aportan en aceites, proteína, calcio, hierro, fibra, etc. Es recomendable comerlas al desayuno e hidratarlas un poco antes ya que así sus propiedades actúan mejor sobre tu cuerpo y son más fáciles de ingerir.

Fruta Deshidratada:

Duraznos, damascos, arándanos, manzana, pera, plátano, mango, kiwi… Cada vez la oferta de fruta deshidratada es mayor y es una excelente opción para utilizar de snack en tus caminatas y complementar tu ración de marcha. Puedes encontrarlas en cualquier supermercado, aunque recomiendo buscar en mercados o ferias ya que son considerablemente más económicas. Es importante no confundir con la fruta confitada, la cual si bien también está deshidratada, contiene grandes cantidades de azúcar añadida que no son necesarias y lo único que hacen es cambiar el sabor de la fruta a un dulce.

Cuscús:

Una muy buena alternativa al arroz y otros granos de lenta cocción. Este producto típico de los países árabes es extremadamente rápido de cocinar y muy rendidor. Además puedes comerlo frío o caliente y mezclarlo con lo que más te guste ya que funciona con todo, incluso dulce.

Carne de Soja:

Si necesitas un poco de proteína y sentir algo parecido a un bistec, esta es tu opción. Si bien la soja no es uno de mis alimentos preferidos, para estas ocasiones funciona ya que es fácil de cocinar, versátil y puedes prepararla como una bolognesa hasta como hamburguesa.

Algas:

Desde el cochayuyo hasta el nori, existen decenas de algas comestibles que además de aportar en proteína, potasio y minerales, le darán un increíble y nuevo sabor a tus comidas. Las puedes comer como snack o ración de marcha e incluso molerlas o cortarlas en trozos pequeños y agregarselas a tu comida ya sea sopas, arroces, etc.

Carne seca o Charqui:

Muy buena opción para quienes no pueden dejar la carne de lado, esta prehistórica técnica será la mejor compañera para los caminantes carnívoros.

Jamón ibérico y chorizos varios:

Estos productos típicamente españoles son una gran alternativa para acompañar cualquier plato, aporta en grasas ricas para el organismo y mucho sabor. Es importantes comprar el tipo de jamón más seco que encuentres, ya que así se conservará por más tiempo. Sólo debes guardarlo envuelto en papel de diario o servilletas y puede durar días en tu mochila.

Chapati o tortillas de trigo o maíz:

Este tipo de preparaciones, ademas de ocupar muy poco espacio en tu mochila, también se conservan por más tiempo y compensan un poco la angustia por el pan. Además se puede utilizar para todas tus comidas ya que está en tu imaginación todas las opciones con qué lo puedes mezclar.

Avena o Porridge:

Lo mejor para tus desayunos. Llévate una bolsa de arena  instantánea y podrás utilizarla de todas las formas que quieras. Para los desayunos de alta montaña lo mejor es comerla caliente en un «Porridge» y mezclarla con semillas, frutos secos y alguna de tus frutas deshidratadas. También en las noches, puedes agregarle a tus sopas y hacerlas más contundentes y espesas. Si tienes paciencia, incluso puedes hacer leche con ella; sólo debes hervirla con agua en una olla y después colarlo con la ayuda de un calcetín o pantie.

Algo ducle:

Y si no puedes más y necesitas algo dulce pero todos tus chocolates se derritieron, la mejor opción siempre son los dátiles. Este fruto es ideal para saciar al monstruo que vive dentro de ti pidiendo azúcar, o simplemente, para regalonearte después de una larga caminata con algo rico. Los puedes comer solos, o meterle dentro frutos secos como almendras o nueces (¡delicioso!) y si ya estás más motivado, incluso puedes hacer manjar vegano con ellos. Sólo tienes que hervirlos y molerlos hasta que quede una pasta cremosa muy parecida al manjar.

Esperamos que con estas ideas puedas ampliar un poco más tu menú de campamento y ya sabes que si tienes más aportes, ¡no dudes en compartirlos con nosotros!

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